Presentación de Palabra Viva

FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO, 4 DE MAYO DE 2005

La presentación, organizada junto a la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP), fue un éxito enorme, tanto de público como de repercusión periodística. Fue el acto más importante que tuvo la Feria del Libro 2005. La “Sala José Hernández”, de mil butacas, estaba ocupada por completo. Cerca de doscientas personas lo siguieron de pie, y unas quinientas lo vieron y escucharon en el hall principal, retransmitido en pantalla gigante. En las primeras filas, los pañuelos blancos de las Madres. Gran cantidad de familiares de los escritores contenidos en el libro, muchos de ellos venidos desde lejanas provincias (Jujuy, Neuquén, Córdoba, San Luis, etc.) a duras penas contenían la emoción. Las escritoras y escritores de la SEA ocupando un gran sector destinado a nosotros (¡y muchos compañeros que, al estilo porteño, llegaron sobre la hora y ya no pudieron entrar!).

Dos enormes gigantografías, a cada lado del escenario, reproducían los rostros de las escritoras y los escritores desaparecidos. Había en todos una profunda emoción, una conmoción interior. 

Cierto que para lograr esto, de parte de la SEA y de la CONABIP, hubo una enorme labor organizativa. Fueron invitados, en mano o por servicios de mensajería, todos los organismos de derechos humanos, todos los partidos políticos, organizaciones sociales, asambleas populares, embajadas, etcétera. Recibimos gran cantidad de adhesiones de quienes no pudieron asistir. La sala hubiera estado repleta de todas maneras, pero la presencia del presidente Néstor Kirchner (confirmada la noche anterior) con gran parte de su gabinete, le dio una trascendencia mediática nacional e internacional que de ninguna otra manera hubiéramos logrado. Esa misma noche se vio el acto de PALABRA VIVA en todos los noticieros de televisión, y al día siguiente en todos los diarios de Capital y del país. El acto, con la presentación y locución de Eduardo Mileo, comenzó con la lectura de textos en la voz de unos solidarios y extraordinarios participantes: el dramaturgo Roberto Tito Cossa; la actriz Julieta Díaz; el editor, poeta y miembro de la CD, José Luis Mangieri, y la actriz y cantante Cristina Banegas. Durante media hora, cada uno leyó textos elegidos por ellos mismos. El silencio, los aplausos y la emoción tenían una altísima intensidad.

A continuación, el presidente de la SEA, Víctor Redondo, leyó el discurso –aprobado previamente por la Comisión Directiva– que reproducimos más adelante. Luego de la lectura del discurso de la SEA, se anunció el ingreso del presidente de la República al predio ferial, por lo que se hizo un breve cuarto intermedio. Reanudado el acto, habló el secretario de Cultura de la Nación, doctor José Nun. Luego habló la presidenta de la CONABIP, Licenciada María del Carmen Bianchi. Finalizó el acto el presidente Kirchner, quien tuvo todo el tiempo el libro en la mano, agitándolo y mostrándolo. Comenzó sus palabras abriendo el libro y leyendo un poema de un desaparecido de La Plata. Al margen del tema del acto, terminó anunciando un aumento del dinero asignado a las bibliotecas populares y felicitando porque este libro estará en todas ellas. Había terminado una noche extraordinaria. Allí sentimos que los 103 escritoras y escritores detenidos-desaparecidos estaban ¡PRESENTES! Un éxito compartido por la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA) y la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP). Felicitaciones a todas las compañeras y compañeros de la SEA que ayudaron en la organización, antes, durante y después del acto. De la gran cantidad de adhesiones recibidas para el acto y para el libro, elegimos una para sintetizarlas a todas:

“A los amigos de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina

Hoy es un gran día para todos nosotros y también para el país: los esfuerzos de ustedes han recompuesto una parte del tejido social y cultural que la dictadura militar se empeñó en destruir. Hoy la dictadura militar es nuevamente derrotada por la voluntad de la memoria, esa que insufla vigor a la conciencia cívica de la Argentina. Las escritoras, los escritores y las y los poetas reunidos en este volumen viven en sus seres queridos. Ahora vivirán en muchos más. 

Gracias por esa fuerte cachetada al olvido.” 
JUAN GELMAN


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